En el corazón de la pintoresca zona de Romanyà de la Selva, cerca de Santa Cristina d’Aro, se encuentra una finca única llena de historia y del espíritu auténtico de la antigua Cataluña. Construida en 1920, esta finca rústica de piedra representa un auténtico testimonio arquitectónico de su época, combinando el encanto del pasado con un enorme potencial para un proyecto moderno e innovador. Sobre una parcela de aproximadamente 3.000 m², se levanta la casa principal de unos 1.850 m², con fachadas de piedra, arcos, vigas de madera y amplias terrazas que reflejan el estilo catalán tradicional. Su interior destaca por su amplitud, con alrededor de 14 dormitorios y 14 baños, ideal para convertirla en un hotel boutique, un espacio de turismo rural o un centro de retiro privado. Dispone de licencia turística y licencia de restaurante y bar, lo que amplía sus posibilidades comerciales. Los amplios salones, las chimeneas originales y los detalles decorativos conservados mantienen viva la esencia de una propiedad con más de un siglo de historia. Rodeada de jardines y árboles centenarios, la finca ofrece amplios espacios exteriores donde crear zonas de descanso, piscina o áreas para eventos. Una propiedad con alma, historia y carácter, perfecta para quienes buscan una inversión exclusiva o una residencia familiar con encanto histórico en la Costa Brava.
